Comentarios sobre dibujos de la colección del Metropolitan Museum.Las líneas que conforman el dibujo en su mayoría son delgadas y de grosor medio. Estas se combinan especialmente para dar tonos y relieves obscuros, mientras que son dispersas en lugares claros. Se reconocen trazos medios y largos; los trazos cortos son mínimos y complementarios. Se combinan líneas rectas y curvas; son trazadas a mano, su cuerpo es irregular y sus extremos son curvos. Algunas secciones del dibujo parecen ser de intensidad fuerte, por repetición y acumulación de líneas; en su mayoría los trazos serían tenues aunque no demasiado.
De Francesco Salviati podría decirse que, como pintor de principios del Renacimiento, se ve una especie de paso del Clasicismo, que se le reconoce en su forma manierista de manejar los retratos y por su influencia de los maestros clásicos, a una forma mucho más humanista - renacentista de abordar temas religiosos, que dominaron su temática.
Aunque el dibujo representa a Juan El Bautista, nos da una sensación mucho más contemplativa del cuerpo humano del mencionado santo que de su divinidad en sí. Cambio radical en relación a los cuadros religiosos de épocas pasadas.
Pedro Endara sobre "Saint John the Evangelist" de Francesco Salviati
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La obra tomada, marca el uso de las líneas largas, medianas y curvas, combinadas en la representación de las diferentes facciones del retrato. La intensidad tenue y fuerte junto con las extremidades en punta son explicables porque la técnica usada para las sombras es el sfumatto, que rebaja las líneas hasta hacerlas casi imperceptibles, lo que origina el realismo del rostro. La tenue presión en el dibujo es obtenida gracias al clarión, un material similar al carboncillo, que puede atenuarse por completo con la fricción de los dedos o difuminador.
La fuerza de ciertos trazos no es perceptible a simple vista, pero en el acercamiento la presión usada para que la línea no desapareciera al momento de esfumar es notoria, y contribuye a la definición de la figura.
La forma total es completamente regular, por el paralelismo de las líneas; mantiene la pasividad de los cuerpos, despierta familiaridad y expresa dulzura.
La imagen que pertenece a la Virgen María fue pintada por Leonardo Da Vinci, el máximo exponente del Renacimiento. El título del cuadro (en italiano Santa Anna Metterza) resulta bastante curioso, puesto que representa tres generaciones en una sola imagen: María, su madre y Jesús.
En el tiempo en el que fue realizada esta pintura, las líneas usadas son tenues por tratarse de romper el esquema bizantino ortodoxo que se mantuvo hasta antes del Renacimiento. Además, por la técnica usada, la representación busca acercarse lo más posible al realismo iconográfico.
Pablo Mayorga sobre "Head of the Virgin in Three-Quarter View Facing Right" de Leonardo da Vinci
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En esta pintura podemos observar que en el cabello de la virgen, el perfil del rostro, la nariz, los ojos y la boca las líneas son irregulares y curvas. El cuerpo de las líneas en toda la pintura es irregular, ya que el borde de el arriba comparado con él de abajo es dentado). Las líneas tienen extremidades curvas.
El grosor de la línea del cabello es medio; grueso en el perfil, párpados, labios, de la punta de la nariz hacia abajo, las pupilas y el cuello. La longitud en todo el cabello es larga; también el perfil. Es corta en los ojos, los labios, la nariz y las cejas. Hay más detalle en el cabello de la virgen (tercios superiores izquierdo y central y en el tercio inferior derecho).
En el cabello la intensidad aumenta en la parte superior (tercios superiores izquierdo y central) y bajo el rostro de la virgen (en el tercio inferior derecho). Aumenta mucho en las pupilas, aumenta en los párpados sobre todo al final de ellos, también en las cejas, en las fosas nasales, de la punta de la nariz hacia abajo (en el tercio medio central); en los labios y bajo ellos, en el cuello (tercio inferior izquierdo) y sobre todo en el perfil del rostro.
Leonardo da Vinci, famoso pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico del Renacimiento, tiene un estilo más libre. Defiende la naturaleza con fidelidad, sin tratar de mejorarla; su ideal fue representar la figura humana. Tenía la técnica de modelar las formas a través del contraste de luces y sombras, así como el sfumato, la técnica con la que difumina los contornos, y así logra esta pintura.
Andrea Vega sobre "Head of the Virgin in Three-Quarter View Facing Right" de Leonardo da Vinci
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